Prevenir el VPH: clave para evitar el cáncer de cuello uterino

El Virus del Papiloma Humano (VPH o HPV) es una afección que se presenta tanto en mujeres como hombres y, si bien es tratable, puede derivar en cáncer de cuello uterino, el tercer tipo de tumor más diagnosticado en Argentina que afecta cada año a 4500 mujeres y causa el fallecimiento de más de 2.300. El 4 de marzo se conmemora el Día Internacional de Concientización sobre esta enfermedad y la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer (LALCEC) invita a la comunidad a tomar conciencia sobre la importancia de la prevención, la visita regular al médico y la realización de estudios de rutina.

El VPH es un virus de fácil transmisión y más común de lo que se cree. Se estima que 4 de cada 5 personas podrían llegar a contraer uno o varios de los tipos de VPH en algún momento, por eso es importante el correcto uso del preservativo, que reduce el riesgo de transmisión, aunque no lo elimina del todo, ya que puede alojarse en puntos de la zona genital-anal que no quedan protegidos.

“La prevención siempre será nuestro mayor aliado para evitar el cáncer y/o llegar a un diagnóstico temprano, lo cual supondrá el inicio del tratamiento en fases más iniciales. Prevenir es visitar al médico, hacernos los estudios de rutina, saber por ejemplo que el VPH puede prevenirse y debe tratarse. Sin dudas, en este sentido el acceso a la información relevante es imprescindible”, señaló Carlos Silva, coordinador Médico y del Área Psicosocial de LALCEC.

Asimismo, explicó: “Existen unos 200 tipos de VPH, de los cuales 40 afectan las zonas genital y anal. Se pueden clasificar en bajo y alto riesgo oncogénico. En el primer caso, se asocia con lesiones benignas como verrugas o de bajo grado; en el segundo con lesiones que pueden evolucionar hasta resultar en un cáncer. El más frecuente es el de cuello de útero en la mujer; aunque también puede evolucionar en otros tipos de cáncer como de ano, pene, vagina, vulva y orofaríngeos”.

Cómo prevenir el VPH

En el caso de las mujeres, se recomienda que se realicen un estudio de Papanicolau (PAP) por año, a partir de los 25 años, que es una manera sencilla y efectiva de prevenir el cáncer cérvicouterino.

Por otra parte, también puede realizarse el Test de VPH, que posibilita detectar la presencia de ADN de VPH de “alto riesgo oncogénico” en las células del cuello del útero y esto permite la posibilidad de controlar el posible desarrollo de lesiones. Según los últimos datos del Indec, en la Argentina el 30% de las mujeres de 25 a 65 años no se realizó el PAP en los últimos dos años.

La importancia de la vacuna

“La vacuna contra el VPH es altamente recomendable ya que disminuye la incidencia y mortalidad por cáncer de cuello uterino y la carga de enfermedad asociada al VPH, sus complicaciones y mortalidad. La vacuna es muy efectiva en reducir la circulación de los genotipos de alto riesgo. En países con buenas coberturas de vacunación, los virus VPH 16 y 18 disminuyeron en un 68%, y la presencia de verrugas genitales producidas por virus de bajo riesgo disminuyó en un 61%”, aseguró Silva.

En Argentina, se incorporó la vacuna contra el HPV en su calendario de vacunación en 2011. Desde entonces, se aplica a las niñas de 11 años y, en 2017, la cobertura se amplió a los varones de 11 años, para la prevención de otros cánceres (ano, pene, cabeza y cuello).

En este sentido, hay un trabajo publicado en Papillomavirus Reserach, realizado en centros de salud de la Capital Federal y de las provincias de Misiones, Santiago del Estero y Buenos Aires. La investigación liderada desde el Instituto ANLIS/Malbrán, que tiene un centro de referencia en HPV a nivel mundial, analizó la presencia del virus en el cuello uterino de adolescentes de 15 a 17 años y se comprobó que la gran mayoría de las niñas vacunadas no se infectan con los tipos 16 y 18. La eficacia de la vacuna es mayor al 93% para estos genotipos.

Fuente: TN