Un estudio afirma que los productos ultraprocesados son la base de la alimentación de niños y adolescentes en Argentina

La mala alimentación está asociada con sendas consecuencias para la salud. La obesidad, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y el cáncer son solo algunas de ellas. En ese sentido, recientemente, una investigación encontró que los niños y adolescentes de Argentina consumen niveles preocupantes de alimentos ultraprocesados, como por ejemplo bebidas azucaradas y carnes procesadas.

Los resultados del estudio, que fue realizado por la Fundación Interamericana del Corazón (FIC) y por UNICEF Argentina, muestran que el patrón alimentario de chicas y chicos está alejado de las recomendaciones de las Guías Alimentarias para la Población Argentina (GAPA). Por caso, estos jóvenes ingieren solo el 20% de las cantidades sugeridas de frutas y verduras.

“El objetivo de la investigación fue caracterizar el patrón de consumo de alimentos y el estado nutricional actual en la población de niñas, niños y adolescentes (NNyA) en el país, y describir en profundidad las inequidades que existen al momento de consumir diferentes tipos de alimentos”, describieron en el documento del trabajo.

Y sumaron: “La situación atraviesa a todos los estratos sociales y regiones del país. Este diagnóstico de información es un insumo clave tanto para identificar los déficits o excesos en el patrón de consumo de esta población y para destacar la necesidad de promover medidas que mejoren el estado nutricional”.

Para llegar a estas conclusiones, los autores del estudio tomaron los datos de la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNYS 2018) y de la Encuesta Mundial de Salud Escolar (EMSE 2018). Posteriormente, para analizar los cambios en la relación entre estado nutricional y la situación socioeconómica, analizaron dos cortes transversales de la EMSE (2012-2018).

Los resultados principales de la investigación señalan, esencialmente, los siguientes datos.

-Los productos ultraprocesados son la base de la alimentación de esta población, representando más del 35% del aporte calórico diario. El elevado consumo de estos productos se observó en toda la población infanto-juvenil.

-La malnutrición por exceso se asocia a la pobreza en adolescentes que tienen entre 13 y 17 años. Los adolescentes de hogares de nivel socioeconómico más bajo tienen un 58% más de probabilidad de malnutrición por exceso respecto a los jóvenes de hogares de nivel socioeconómico más alto.

-La malnutrición por exceso en adolescentes está en aumento en todos los grupos socioeconómicos. Entre el 2012 y el 2018 se evidenció que el aumento en la prevalencia de malnutrición por exceso fue mayor en los adolescentes de hogares de niveles educativos bajo y medio con respecto al alto.

Gravedad

-Los niños, niñas y adolescentes consumen en promedio apenas el 20% de las cantidades recomendadas de frutas y verduras.

Bajo estos preceptos, los especialistas a cargo del trabajo llamaron a “promover políticas para garantizar el acceso a alimentos saludables por parte de toda la población, reduciendo la inequidad en los patrones alimentarios y en el estado nutricional”.

“Entre estas políticas -añadieron- podrían incluirse medidas que alienten el consumo de frutas y verduras y que desincentiven el consumo de productos ultra procesados. Asimismo, resulta importante incorporar una mirada de sistema alimentario saludable y sostenible que se traduzca en políticas efectivas”.

En ese tono, Victoria Tiscornia, nutricionista e investigadora de FIC Argentina, consideró: “Este estudio nos permite identificar los déficits y/o excesos en el patrón de consumo de esta población y promover medidas que mejoren su estado nutricional.

En segundo término, Tiscornia planteó: “La ley de etiquetado es un gran avance y, para asegurar su cumplimiento, es necesario que el Estado asuma un rol activo en la fiscalización y en la imposición de sanciones. Además, es necesario que a nivel subnacional se adhiera a la ley y sus normas complementarias, y que se incluyan medidas adicionales que permitan avanzar hacia la promoción de la alimentación saludable en distintos ámbitos”.

Por su parte, Javier Quesada, Especialista del Área de Salud de UNICEF Argentina, sostuvo: “Los resultados de este estudio muestran la necesidad de que se cumpla correctamente la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable, que incluye el etiquetado frontal de alimentos, con énfasis en entornos escolares y regulación de la publicidad de productos no saludables, incluido el marketing digital. También es importante poder avanzar en políticas que impulsen el consumo de frutas y verduras en la población”.

Fuente: Infobae