Mientras Ucrania advierte que la intromisión de China podría desatar un infierno, Putin acusa a Occidente de “ser el culpable” de la guerra en Ucrania.
La invasión rusa de Ucrania dejó miles de muertos y tuvo repercusiones políticas y económicas en todo el mundo, desde su inicio hace más un año, pasando por la entrega de tanques pesados occidentales para apoyar la resistencia de Kiev y la posibilidad de la participación de China, lo que muchos temen que desencadene una Tercera Guerra Mundial de la que el planeta podría no salir ileso.
Estados Unidos dice que China está considerando enviar armas a Rusia para su guerra en Ucrania y, aunque Pekín lo niega, expertos creen que si eso fuera verdad habría un cambio de escenario en el conflicto iniciado hace un año. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski dijo que no ve posible que China se posicione a corto plazo del lado de Kiev, pero advirtió especialmente del riesgo de una “guerra mundial” que supondría que sí se aliase con Moscú.
Durante su primer discurso ante la Asamblea Federal desde el inicio de la invasión de Ucrania el 24 de febrero de 2022, Vladimir Putin señaló que Ucrania y la región del Donbás, en el este del país, “se han convertido en un símbolo de auténticas mentiras” y se refirió a la “hipocresía” de Occidente por “retirarse de acuerdos fundamentales y expandir la OTAN” hasta sus fronteras.
“Quiero insistir en esto: ellos son los culpables de la invasión, y nosotros estamos tratando de detenerla”, aseguró antes de decir que Rusia hizo “todo lo posible para solucionar el conflicto de forma pacífica”. “Hicimos todo lo posible para resolverlo. Mantuvimos pacientemente negociaciones para una solución pacífica a este grave conflicto, pero a nuestras espaldas preparaban otro escenario”.
Actualmente, el 95% de los ucranianos cree en la victoria contra Rusia, según una encuesta realizada a principios de febrero por el instituto ucraniano Rating Group, que muestra que la determinación no disminuye después de un año de guerra. Al mismo tiempo, 97% de los ucranianos encuestados afirman confiar en su ejército (frente a 65% en 2019), y 90% en Zelenski (36% en enero de 2022), según este sondeo.
El 24 de febrero de 2022, el presidente ruso, Vladimir Putin, anuncia una “operación militar especial” para defender a las “repúblicas” separatistas prorrusas de Lugansk y Donetsk, en el este de Ucrania, tras haber reconocido sus independencias.
El líder del Kremlin reclamaba la “desnazificación” del gobierno ucraniano y garantías de que ese país nunca entrará en la OTAN, mientras la Unión Europea (UE) anunció la entrega de armas a Ucrania y los países occidentales comenzaron a aplicar sanciones económicas cada vez más duras contra Rusia.
Después de que, el 3 de marzo, los rusos se apoderaron de la gran ciudad de Jersón (en el sur ucraniano), trataron de rodear Kiev, la capital, pero toparon con una feroz resistencia. Moscú centró entonces su ofensiva en el sur y en la cuenca del Donbás, bajo control parcial de los separatistas prorrusos desde 2014.
Tras la retirada de los rusos de la región de Kiev, se descubrieron cientos de cadáveres de civiles en Bucha y otras localidades cercanas, muchos víctimas de crímenes de guerra y arrojados a fosas comunes sin identificar. La Corte Penal Internacional (CPI) abrió una investigación.
Desde el inicio de la ofensiva, el ejército ruso asedió Mariúpol (en el sureste del país), un puerto estratégico a orillas del mar de Azov. Pero unos 2.500 combatientes ucranianos, atrincherados en la acería Azovstal junto a un millar de civiles, resistieron hasta mediados de mayo de 2022. El asedio destruyó un 90% de la ciudad y dejó 20.000 muertos.
El 22 de julio, Rusia y Ucrania sellaron un acuerdo para reanudar la exportación de cereales, en un intento de aliviar una crisis alimentaria mundial causada por el bloqueo de toneladas de granos en los puertos ucranianos. Las exportaciones de gas ruso hacia Europa se redujeron y los países occidentales acusaron a Rusia de usar el suministro de energía como “arma” en respuesta a las sanciones.
La contraofensiva ucraniana enfurece a Rusia, que agita la amenaza nuclear
A principios de julio de 2022, las tropas rusas trataron de conquistar Bajmut, en la región de Donetsk, con el apoyo de la milicia Wagner. Dos meses después, los ucranianos lanzaron un ataque sorpresa en la región de Járkov y dan parte de la reconquista de localidades de gran importancia logística, como Izium, Kupiansk y Lyman.
Desde inicios de agosto, ambos beligerantes se acusaron de bombardear la central nuclear de Zaporiyia (sur), la mayor de Europa, ocupada por los rusos desde marzo. En septiembre, Putin amenazó con utilizar armas nucleares para defender a Rusia frente a Occidente, al que acusa de querer “destruir” a su país.
El 21 de septiembre, Putin anunció una “movilización parcial” de los rusos en edad de combatir (300.000 reservistas convocados), desencadenando una huida de miles de hombres al extranjero. Una semana después, el líder ratificó la anexión a Rusia de cuatro regiones ucranianas -Lugansk, Donetsk, Jersón y Zaporiyia- que habían organizado “referendos” calificados de “simulacro” por Kiev y los occidentales.
El 8 de octubre, se produjo una impresionante explosión en el puente que conecta Crimea con Rusia, que causó importante daños, y Putin acusó a los servicios secretos ucranianos. En represalia, las fuerzas rusas efectúan el 10 de octubre bombardeos masivos contra ciudades de toda Ucrania, incluida Kiev, que apuntaban sobre todo a infraestructuras energéticas y dejan a millones de personas sin electricidad.
El 25 de enero de 2023, el jefe del gobierno alemán, Olaf Scholz, anunció el envío de 14 tanques de combate Leopard a Ucrania, que los reclamaba con insistencia, una decisión que Moscú calificó de “extremadamente peligrosa”.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció a su vez el envío de 31 tanques Abrams, “para ayudar a Ucrania a defender su soberanía”, mientras el presidente Zelenski celebró que los anuncios de Alemania y Estados Unidos constituyen un “paso importante” para la victoria militar de Ucrania.
A punto de cumplirse un año de la guerra, Estados Unidos dijo que China está considerando enviar armas a Rusia para su guerra en Ucrania y, aunque Pekín lo niega, si fuera verdad habría un cambio de escenario en el conflicto iniciado hace un año.
Desde que los tanques rusos entraron a Ucrania, China brindó cobertura diplomática y apoyo financiero a Putin, aunque se ha negado a involucrarse militarmente o enviar armas letales. Firmas chinas bajo control estatal vendieron drones no letales y otros equipos a Rusia y Ucrania, pero Moscú tuvo que recurrir a Irán para adquirir armas, como los drones armados.
Sin embargo, Washington cree que eso podría cambiar, y el secretario de Estado, Antony Blinken, expresó esos temores: “Con base en la información que tenemos (…) están considerando brindar apoyo letal”, dijo sobre los chinos. El régimen chino acusó a Washington de “propagar información falsa” y “repartir culpas”.
Al 22 de febrero, las Fuerzas Armadas de Ucrania elevaron a más de 145.000 los militares rusos “liquidados” desde el inicio de la invasión, una cifra muy superior a la reconocida hasta ahora por Moscú.
Asimismo, Ucrania dice haber destruido 3.334 carros de combate, 2.345 sistemas de artillería, 243 sistemas de defensa antiaérea, 299 aviones, 287 helicópteros, 2.026 drones, 873 misiles de crucero, 18 embarcaciones, 5.212 vehículos y tanques de combustible y 226 piezas de “equipamiento especial”.
Fuente: Perfil