El escándalo Kiczka está entre las principales preocupaciones de la Argentina

El último estudio de la consultora Zuban & Córdoba está dedicado íntegramente al escándalo generado por las denuncias de violencia de género contra el ex presidente Alberto Fernández. Las conclusiones son fuertes. Un 57% cree que el ex presidente debe ser juzgado por violencia y menos de un 30% cree que se trata de una operación contra el peronismo, aunque un 60% afirma que el caso de Alberto Fernández es utilizado por el gobierno para tapar la crisis económica. Pero el dato saliente que emerge del estudio es que el escándalo protagonizado por Germán Kiczka, el diputado puertista-libertario involucrado en una investigación por pedofilia, está entre los temas más preocupantes para la sociedad, por encima incluso de las denuncias contra el ex presidente. Según la encuesta, el crecimiento de la pobreza y el aumento de la desocupación encabezan los temas graves del país y en tercer puesto, el escándalo por pornografía infantil del diputado apostoleño.

Con el caso de Alberto Fernández también revive el framing promovido normalmente por el feminismo. Un 48% afirma que siempre hay que creerles a las víctimas y un 63% dice que la línea 144 de asistencia a las víctimas de violencia de género es una buena herramienta. Además, un 58% cree que el gobierno aprovecha el caso para pegarle al feminismo.

La sociedad percibe con claridad cuando un sector político intenta sacar ventaja de hechos como este. Un 61% cree que el caso demuestra la existencia de la violencia machista.

Que un hecho, por más escandalizante que sea, pueda tapar el resto de la agenda pública es algo extensamente comprobado por la ciencia política como falso. Pueden coexistir, sin ningún tipo de problemas, distintos tópicos y temáticas en la agenda de la sociedad. Que goce de una gran repercusión durante un periodo determinado de tiempo no anula el resto de esos tópicos. En ese sentido, en el estudio se hizo un ranking de distintos temas y problemáticas que generan preocupación social. El escándalo mencionado recién aparece en el puesto número 10.

Eso de ninguna manera le quita gravedad al hecho. Pero si demuestra que cualquier intento de tapar otros temas o problemas frente a este escándalo tiene efectos limitados. Y eso debería ser materia de reflexión tanto para el oficialismo como para el peronismo que hoy sufre, sin duda alguna, las esquirlas de un caso de violencia que debe ser condenado con todas las letras.

Un 76% de la sociedad cree que el peronismo debe renovarse y expulsar a los violentos. La demanda de renovación dentro de la principal fuerza de oposición es clara y nítida. Ignorarla puede ser un error político fatal.

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