Veto, SIDE, boleta única y universidades: las claves de la semana en el Congreso

La pulseada de poder entre el Gobierno y el Congreso continúa esta semana en dos sesiones candentes en el Congreso. Por un lado, este miércoles la Cámara de Diputados tratará el veto presidencial de Javier Milei al aumento de jubilaciones este miércoles. Por el otro, el Senado se encontrará en el recinto para tratar la boleta única de papel -impulsada por el Gobierno-, el decreto de aumento de fondos reservados para la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) y el financiamiento de las universidades nacionales -impulsados por la oposición.

Diputados.
Este miércoles la Cámara baja discutirá el veto presidencial contra la Ley de Movilidad, que brindaba actualizaciones a los haberes jubilatorios en base a los valores de la inflación. También establecía una compensación única del 8,1%. El Gobierno vetó dicho proyecto una semana después de su sanción en el Senado bajo el argumento de que modificaba su plan de llegar al «déficit cero» para fin de año. Desde entonces, la oposición de la Cámara baja -que fue la cámara iniciadora del proyecto, lo que hace que se deba tratar primero allí- presentó un pedido para sesionar que se concretará finalmente esta semana. Para rechazar el veto e insistir con la sanción, los diputados necesitarán dos tercios del recinto a su favor. En caso de que no haya ausentes, esto representa a 172 votos.

Senado.
La Cámara alta representa la de mayor desafío para el Gobierno, donde hasta ahora solo vivenció derrotas. Su problema principal estas semanas se vio alrededor de la boleta única de papel, un proyecto que busca reunir en una sola boleta toda la oferta electoral y que el oficialismo busca aprobar desde principio de año. El conflicto es que dicho proyecto implicaba, también, tratar en la misma sesión el DNU 656/2024 que otorgó el aumento de fondos reservados a la SIDE y el aumento al financiamiento de las universidades nacionales. Para ello, la titular del Senado, Victoria Villarruel, postergó la sesión la semana pasada hasta conseguir los votos suficientes alrededor de la boleta única, cuyo apoyo había perdido luego que parte del radicalismo, atado a los gobernadores provinciales, diera la negativa. Al ser una ley electoral, la BUP requiere de una mayoría especial de la mitad más uno, algo que sería imposible sin el apoyo de todo el bloque liderado por Eduardo Vischi. Para ello, el oficialismo accedió a modificaciones que la llevarán devuelta a Diputados. La más importante: la eliminación de una casilla que permite que se vote a la lista completa, algo sugerido por la senadora Mónica Silva de Río Negro, ligada al gobernador Alberto Weretilneck.

Aún así.
La sanción de la boleta única de papel no está asegurada y, además, el Gobierno deberá afrontar el muy posible rechazo del decreto alrededor de los fondos reservados de la SIDE, que ya tuvo la negativa de toda la oposición -incluido el PRO, que en Diputados rechazó dicho DNU por iniciativa de Mauricio Macri. También deberá afrontar la iniciativa que fue aprobada recientemente en Diputados para aumentar el financiamiento de las universidades nacionales, impulsada por el radicalismo y apoyada por el kirchnerismo.

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