El proyecto de ley propuesto establece que las licencias de conducir no profesionales se otorgarán sin fecha de vencimiento, con la condición de presentar cada cinco años una declaración jurada y un certificado médico que demuestre la aptitud psicofísica para conducir. A partir de los 75 años, esta exigencia deberá cumplirse anualmente.
La presentación de estos documentos será de carácter digital y sin costo. Sin embargo, la propuesta generó preocupaciones, especialmente en el ámbito de la seguridad vial. El especialista Fabián Pons advirtió que el sistema actual ya presenta deficiencias en el control de salud de los conductores.
Según Pons, “la solución no es dejarlo más libre todavía sino aumentar ese control”. Señaló que en países como Alemania, los conductores entregan voluntariamente sus licencias cuando ya no se sienten aptos para conducir, mientras que en Argentina muchos intentan obtener certificados médicos aun cuando no están en condiciones de manejar.
Pons subrayó que la principal preocupación es la seguridad vial, ya que una simplificación excesiva del trámite podría aumentar el riesgo de accidentes provocados por conductores no aptos. Destacó que, aunque se castigue a los infractores, no se puede revertir el daño causado por un accidente.
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