El poder del beso en el tercer ojo

El sexto chakra del tercer ojo, también llamado Ajna, está situado entre las dos cejas, en la hendidura de la frente.

Se asocia con la glándula pineal y pituitaria, con los ojos, el cerebro, con los colores índigo y púrpura; representando la percepción, la intuición y el conocimiento.

Durante años, el tercer ojo fue incluido en el terreno de lo mítico, pero en la actualidad la ciencia cree haber establecido una conexión entre él y la glándula pineal y pituitaria.

Tus dos ojos te dan dimensión en el mundo normal; el tercer ojo te da la visión, la profundidad y la dimensión de los mundos sutiles.

Su función es ver lo invisible y conocer lo desconocido.
Es el centro de la intuición y de nuestra conexión directa con la fuente infinita de sabiduría.

El beso en el tercer ojo es una experiencia maravillosa y unifica a los seres. Puede practicarse con la pareja, los hermanos, hijos o hijas y con los amigos.

Nos despierta sentimientos muy profundos y sanadores. Es un método para curar viejas dolencias espirituales.

Cómo realizar el beso

La forma de practicarlo es tomando las manos de la persona que vas a besar en el entrecejo, mirándole a los ojos y enviándole bendiciones con la mirada.

Luego de unos segundos, tomar su cabeza con las dos manos, sobre las orejas y depositar el beso en el entrecejo. Al besar cierra tus ojos y piensa en un triángulo con sus tres lados iguales. En el ángulo superior está Dios, y en los dos inferiores las dos personas que interactúan en esta bella demostración de amor.

Con esto se unen las dos almas con el alma del Creador y se experimentan sensaciones de amor, paz, armonía, bienestar y seguridad. Pruébalo.

Este tipo de beso es una experiencia gratificante; al practicarlo con amor ayudas a activar la glándula pineal y pituitaria.

* Fuente: “Metafísica para el alma”. A través de Alejandra Romero y compartido por Psico-Salud.

Fuente: Misiones Opina